Algunos colectivos de personas pretenden que la Iglesia Católica apruebe sus estilos de vida, en pro de una pretendida "justicia social". La Iglesia Católica, aun amando a todos los hombres como criaturas de Dios que son, no puede aprobar cualquier estilo de vida, pues su objetivo primario no es el avance de un determinado programa de "justicia social", sino la salvación de los hombres.