26/6/25

La envidia como industria

Las redes sociales no han inventado la envidia, pero sí la han "industrializado". Han convertido la comparación con los demás en un modelo de negocio.
 
Se afirma que el adolescente promedio pasa casi cinco horas al día en plataformas cuyos algoritmos están finamente ajustados para monetizar el descontento generado por el afán comparativo. Así, casi sin darnos cuenta, hemos entregado el desarrollo emocional de toda una generación a unas empresas que sólo tienen como objetivo que los jóvenes no paren de usar sus productos y, como consecuencia, se sientan cada vez menos satisfechos y más desesperanzados.