17/8/09

Juan Manuel de Prada, escritor católico

El verano, que uno reserva para la lectura no profesional, me ha brindado la oportunidad de leer la más reciente antología de artículos de Juan Manuel de Prada, "La Nueva Tiranía: El sentido común frente al Mátrix progre" (Libros Libres, 2009).

La tesis que reúne los artículos seleccionados, y clasificados temáticamente bajo distintas categorías, es que hay en marcha un proceso de ingeniería social, que de Prada considera una "nueva tiranía" basada en una nueva antropología sostenida por la izquierda, el "Mátrix progre". Según de Prada, esta nueva antropología propone un único horizonte posible: la adoración del hombre.

¿Cabe resistirse a esta tiranía? De Prada trata de convencernos, a mi juicio con solvencia, de que este fenómeno de resistencia no lo capitaliza la derecha política, que tiende a asumir la visión hegemónica de la izquierda (sintetizada magistralmente por Enrique de Diego en la expresión "la inmaculada concepción colectiva de los progres"). Así pues, descartado el frente político, el combate sólo cabe librarlo en el terreno de las ideas, contraponiendo a la cochambrosa papillita progre la Luz que se irradia a borbotones desde Roma. Es en este ámbito en el que, a mi juicio, el libro brilla, quizás porque la prosa de de Prada adquiere un tono más personal: se pospone la denuncia y se ofrece la Luz como única vía de redención. Me refiero especialmente a los artículos agrupados en la categoría "El Orden Romano", de un tono que me ha recordado una obra reciente de Valentí Puig, "La fe de nuestros padres: Una reflexión católica para el siglo XXI" (Península, 2007), y que califican a de Prada, novelista y articulista, como un "escritor católico". Pero, ¿qué es ser un escritor católico en España?

No hay una respuesta fácil, me temo. Como lector y católico, uno espera, de un escritor católico, cierta predisposición a ser, con sus escritos, vaso comunicante de la Gracia. Pienso, por ejemplo, en alguien como el Padre José Luis Martín Descalzo (notable novelista: Premio Nadal con "La frontera de Dios", 1956), Monseñor Sebastián (vid. "Cartas desde la fe", Encuentro, 2008), José Francisco Serrano Oceja (en el Suplemento Iglesia de Libertad Digital), o el Padre Leonardo Castellani, redescubierto recientemente por el propio de Prada como "el Chesterton de la lengua española".

Dejémoslo claro: De Prada no es, de momento, el Chesterton hispano. Pero es de los pocos escritores hispanos con una voz deliberadamente católica en los medios de comunicación de masas. Confiemos en que, desde las tribunas que se le han ofrecido, consiga trasladar la buena noticia que es el catolicismo para el hombre sometido o no por el "Mátrix progre".