22/2/23

Penitencias

La Cuaresma nos insta a una vivencia penitencial. Hay penitencias activas, buscadas por nosotros; y penitencias pasivas, las que Dios nos impone, y a las que decidimos o no someternos. Las primeras entrañan cierto peligro: pueden ser la ocasión para satisfacer nuestra vanidad, para dar vía libre a la soberbia. Las segundas, paradójicamente, nos obligan a estar espiritualmente "activos", a aceptar como una gracia que Dios actúe así en nosotros, interpelando nuestra voluntad.