Los medios de comunicación siempre se han centrado en proporcionar a sus usuarios una idea de lo que cambia en el mundo. Las nuevas tecnologías han permitido a estos medios centrar su "análisis del cambio" en una escala que comienza a ser tan ridículamente pequeña que dificulta el análisis. Nunca la información ha sido tan perecedera, y nunca ha estado tan contaminada de ruido.
Por eso es una magnífica idea desconectarse de los medios y centrarse en aquellas cosas que no cambian, por ser eternas, o cambian despacio.