El agua se ríe,
pero el viento gime.
Una sospecha de blanco
hace la noche más negra.
La negrura está en la sombra
y en la nieve la sospecha.
En la tierra y en los cielos
dos luces sólo destellan,
en la tierra una criatura
y en los cielos una estrella.
El agua se ríe,
pero el viento gime.
El lucerito celeste
por trochas y por veredas
va guiando a los que buscan
al lucero de la tierra.
Vienen reyes y pastores
y del establo a la puerta,
absortos y deslumbrados
reyes y pastores quedan.
El agua se ríe,
pero el viento gime.
El Santo Niño no tiene
ni pañales que lo envuelvan.
Una mulita y un buey
con su aliento lo calientan.
Allí está el hijo del Cielo
que viene a salvar la tierra...
Una crucecita tiene
en el pecho de sangre impresa.
Y el agua se ríe,
pero el viento gime.
Manuel Machado