La auténtica guerra cultural es la que se libra en nuestros corazones desordenados, inmersos en nuestros incontrolables deseos de cosas que no hacen sino controlarnos, hacer que nos sintamos superiores a quienes no las tienen, y a quienes por ello excluimos de nuestra consideración. Cosas que, encima, no nos satisfacen cuando las tenemos.
Tim Keller: "The reason for God", 2008.