1/3/20

Libertad y santidad

La verdadera libertad es un estado del alma que nos habilita para hacer la voluntad de Dios en cualquier situación en la que nos hallemos. La libertad remite, por tanto, a la realidad que uno vive, y que acepta como voluntad de Dios, no a una realidad futura imaginada.

Santificarse es el proceso personal, deliberado y guiado por la fe, que conduce a hacer la voluntad de Dios. Ser santo es alcanzar la plenitud de vida: Saber que uno hace exactamente aquello para lo que ha sido creado.