Si yo estuviese en vuestro lugar, me consolaría así: diría a Dios con gran confianza: Señor, ved aquí un alma que está en el mundo para que ejercitéis vuestra admirable misericordia, y para hacerla brillar ante el Cielo y ante la tierra. Otras almas os glorifican con su fidelidad y su constancia, haciendo ver la eficacia de vuestra gracia, lo dulce y lo liberal que sois para quienes os son fieles; yo os glorificaré dando a conocer lo bueno que sois para los pecadores, y que vuestra misericordia es superior a toda la maldad, que nada es capaz de agotarla, que ninguna recaída, por vergonzosa y criminal que sea, debe hacer que un pecador se desespere de obtener el perdón. Os he ofendido gravemente, amable Redentor mío, pero más os ofendería si os hiciera el horrible ultraje de pensar que no sois lo
bastante bueno para perdonarme. Vuestro enemigo y el mío me tiende cada
día nuevos lazos, pero será en vano, porque me hará perderlo todo menos la
esperanza que tengo en vuestra misericordia; aunque cayera cien veces,
aunque mis crímenes fueran cien veces más horribles de lo que son, seguiría
esperando en Vos. Después de esto, me parece que no me costaría trabajo
nada de lo que pudiera hacer para reparar mi falta y el escándalo que hubiera
dado..., luego volvería a empezar a servir a Dios con mayor fervor que antes,
y con la misma tranquilidad que si nunca le hubiese ofendido.
Padre de la Colombiére, Carta 89 (citado por José Tissot en "El arte de aprovechar nuestras faltas", 1894).bastante bueno para perdonarme. Vuestro enemigo y el mío me tiende cada
día nuevos lazos, pero será en vano, porque me hará perderlo todo menos la
esperanza que tengo en vuestra misericordia; aunque cayera cien veces,
aunque mis crímenes fueran cien veces más horribles de lo que son, seguiría
esperando en Vos. Después de esto, me parece que no me costaría trabajo
nada de lo que pudiera hacer para reparar mi falta y el escándalo que hubiera
dado..., luego volvería a empezar a servir a Dios con mayor fervor que antes,
y con la misma tranquilidad que si nunca le hubiese ofendido.