24/1/09

Ateísmo imperfecto

Dice José Luis Restán:


"Han corrido ríos de tinta sobre el discurrir ramplón de esos autobuses con su chusco mensaje de que probablemente Dios no existe y por tanto podemos entregarnos a disfrutar de la vida sin problemas. Lo primero que me suscita la campaña es algo de pena por algunos grandes ateos de la historia, a los que esta frívola campaña no hace demasiado honor."



Lo cual me recuerda este pasaje de André Frossard en "Dios existe. Yo me lo encontré":


"Éramos ateos perfectos, de esos que ni se preguntan por su ateísmo. Los últimos militantes anticlericales que todavía predicaban contra la religión en las reuniones públicas nos parecían patéticos y un poco ridículos, exactamente igual que lo serían unos historiadores esforzándose por refutar la fábula de Caperucita roja. Su celo no hacia más que prolongar en vano un debate cerrado mucho tiempo atrás por la razón. Pues el ateísmo perfecto no era ya el que negaba la existencia de Dios, sino aquel que ni siquiera se planteaba el problema."