Cristo escogió a Pedro como primer papa de la Iglesia. Claramente, no quiso que fuera Juan, más joven, su "discípulo amado". Prefirió consignar a Juan la tarea de cuidar a su Madre. En estos momentos "sedevacantistas", todo ello te hace pensar en qué esperamos realmente de un papa, y en qué espera Dios de él.