27/2/23

Lo que el poeta ve

Al cabo, se trata de arrancarse, aunque duela, esas escamas de los ojos que nos hacen ver el mundo cosificado, gris, como algo sólido, estable, inmóvil. O sea, una máquina engrasada por el azar y las leyes químicas, donde todo está explicado y archivisto. El poeta logra quitarse esas escamas y ve con claridad que el mundo no es un mecanismo, sino un esplendor que lo ciega, que casi, casi lo deja sin palabras.

José Julio Cabanillas, en su Prólogo a "Dios en la poesía actual (Antología)", Rialp, 2018.