Vivimos en una cultura dominada por la idea de progresismo. El progresismo resulta de la actualización del espíritu de la Ilustración a través del Marxismo. Está caracterizado por:
- El individualismo extremo: el hombre vive por y para su auto-realización personal, en un horizonte de total relativismo moral y ausencia de autoridad, en una sociedad fragmentada en identidades.
- La consideración de la ciencia y el positivismo como únicas vías para el conocimiento.
- Una fe ciega en la tecnología para resolver los problemas humanos.
- La irreligiosidad y el secularismo: La religión es algo privado, socialmente irrelevante, propio de personas poco formadas o decididamente fanáticas.
- Una concepción del matrimonio centrado en la pareja en lugar de en la familia.
- Una visión de la sexualidad humana privada de cualquier ánimo trascendente.
- La reducción del amor a un mero sentimentalismo, voluble y efímero.
- Una educación estatalizada y utilitarista. Intrascendente.
- La renuncia a las raíces y al patriotismo en pro de un globalismo abstracto.