12/4/20

Seguir es más que admirar

Del Taco del Sagrado Corazón:

«No sabemos dónde lo han puesto». El sepulcro vacío de Jesús genera en María Magdalena desconcierto, desazón, tristeza…. Simón Pedro, que es el primero en entrar, ve las vendas y el sudario… pero no cree. El primero que «vio y creyó» es el «otro discípulo».

Contrasta este relato de Juan con la lectura de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro afirma públicamente y con contundencia la Resurrección de Jesús. La afirma diciendo: «Dios lo resucitó y nos lo hizo ver».

También nosotros, pese a tantos años de historia de fe, a nuestra historia de seguimiento, a tantos testigos, seguimos siendo muchas veces escépticos de la Resurrección de Jesús.

«Jesús vive», decimos, y, sin embargo, a veces pensamos, decimos y actuamos como si no viviera, como si solo fuese un personaje, admirable, eso sí, del pasado. Hablamos de él, pero no le hablamos a él; ponderamos lo que hizo, pero no captamos lo que hace; lamentamos que ya no esté, mientras camina a nuestro lado. Por todo ello necesitamos la gracia de Dios «que nos lo haga ver» para creer como ese «otro discípulo» que podemos ser cada uno de nosotros.