1/11/17

Minirrevolución

Para mí la única puerta de salida a la inquietud es la creación de la pequeña fraternidad, amar a tres o cuatro personas, ser querido por tres o cuatro amigos, luchar porque sean felices esos pocos que nos rodean en la casa, en el vecindario, en la oficina; apretarnos en la amistad como lo hacen los amantes en las noches de frío, reunirnos al fuego de las pocas certezas que nos quedan, aceptar que en los tiempo oscuros es mejor sonreír que gritar, descubrir que la peor de las carreras de armamentos es la que se produce en la fábrica interior de nuestro organismo. Confiar en que el amor crecerá, ya que no como una gran riada, sí, al menos, como una mancha de aceite en torno a cada uno de nosotros.

José Luis Martín Descalzo: "Razones para la alegría".