Según el psicólogo vienés Viktor E. Frankl, la causa principal de los desarreglos psíquicos que padecen muchas personas actualmente no es la llamada 'represión sexual', como pensaba Freud y buena parte de sus epígonos, ni el 'complejo de inferioridad', como afirmaba Adler, sino el 'vacío interior' que sigue a la pérdida del sentido de la vida.
El que pretenda llenar tal vacío con el mero consumismo, fiel al viejo lema de 'poseer y tener para consumir y disfrutar', no hará sino agitarse en vano y alejarse de cuanto lo enriquece y hace feliz. Querer disponer de la verdad a capricho, en lugar de dejarse configurar por ella; desviarse por acumular posesiones ---de cosas y de personas--- en vez de ponerlo todo al servicio de la creación de modos de unidad cada vez más valiosos; cultivar la inteligencia para mejor dominar a personas y grupos, destruyendo toda posibilidad de encontrarse de verdad con ellos..., es ir contra las leyes del propio desarrollo como personas y agrandar el vacío interior, generador de angustia.