14/12/16

Conversión: "Dejad que sea vuestra salvación y vuestra felicidad"

"¡Abrid de par en par las puertas a Cristo! Tened confianza en Él. Arriesgaos a seguirle. Eso exige evidentemente que salgáis de vosotros mismos, de vuestros razonamientos, de vuestra prudencia, de vuestra indiferencia, de vuestra suficiencia, de costumbres no cristianas que habéis quizá adquirido. Sí; esto pide renuncias, una conversión, que primeramente debéis atreveros a desear, pedirla en la oración y comenzar a practicar. Dejad que Cristo sea para vosotros el camino, la verdad y la vida. Dejad que sea vuestra salvación y vuestra felicidad. Dejad que ocupe toda vuestra vida para alcanzar con Él todas sus dimensiones, para que todas vuestras relaciones, actividades, sentimientos, pensamientos, sean integrados en Él o, por decirlo así, sean 'cristificados'. Yo os deseo  que con Cristo reconozcáis a Dios como principio y fin de vuestra existencia".

San Juan Pablo II, 1980.